"Con estas palabras el texto conciliar presenta sintéticamente el conjunto de la verdad sobre el hombre y sobre la mujer (verdad que se delinea ya en los primeros capítulos del Libro del Génesis) como estructura de la antropología bíblica y cristiana. El ser humano —ya sea hombre o mujer— es el único ser entre las criaturas del mundo visible que Dios Creador «ha amado por sí mismo»; es, por consiguiente, una persona. El ser persona significa tender a su realización (el texto conciliar habla de «encontrar su propia plenitud»), cosa que no puede llevar a cabo si no es «en la entrega sincera de sí mismo a los demás». El modelo de esta interpretación de la persona es Dios mismo como Trinidad, como comunión de Personas. Decir que el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de este Dios quiere decir también que el hombre está llamado a existir «para» los demás, a convertirse en un don. " (Carta Apóstolica Mulieris Dignitatem Sn Juan Pablo II, 15.VIII.1988 No.7)
Reflexión con perspectiva josefina:
¿la realización del ser "persona humana" estriba en la entrega sincera de sí mismo a los demás?¡la realización del ser lo contemplamos en Jesùs crucificado! ¡Con cuánta ternura y afabilidad se entrego sinceramente San José al servicio de Jesús y de María, y de tantos que influye con su presencia amorosa!
Comentarios
Publicar un comentario